EL NACIMIENTO DE VENUS
En el siglo XV se desarrolla el periodo del Quattrocento dentro del movimiento
cultural del Renacimiento al que pertenece esta obra.
El autor fue Alessandro di Mariano Filipepi, más conocido
como Sandro Botticelli que nació el
1 de marzo de 1445 en Florencia.
Fue discípulo de Fra Filippo Lippi, trabajó con el pintor y
grabador Antonio del Pollaiuolo, con el que aprendió el dominio de la línea. Consiguió
tener su propio taller y la mayor parte de su vida estuvo trabajando para las grandes familias florentinas, sobre
todo para los Medici, a los que les pintó diferentes retratos, entre los que está
el Retrato de Giuliano de Medici.
Botticelli recibió la influencia del neoplatonismo cristiano
que intentaba conciliar las ideas cristianas con las clásicas. A partir de aquí
realizó obras como El nacimiento de Venus
o La Primavera.
También realizó obras de tema religioso como La Madonna del Magnificat
En 1481 Botticelli fue llamado por el Papa Sixto IV para
pintar frescos en las paredes de la Capilla Sixtina como Las pruebas de Moisés, El castigo de los rebeldes y La tentación de
Cristo.
En la década de 1490 Botticelli sufrió una crisis religiosa influenciado por el monje dominico Girolamo
Savonarola y finalmente falleció el 17 de mayo de 1510 en Florencia y fue
enterrado en el sepulcro familiar de la Iglesia de Ognissanti.
El nacimiento de Venus es una obra realizada entre 1482 y
1484, fue un encargo de Pier Francesco Medici para su hija.
Está realizada en temple
sobre lienzo y sus medidas son de 172,5 cm por 278,5 cm.
El tema que se representa es mitológico. Venus, diosa del amor, nació de los genitales del dios
Urano que fueron cortados por su hijo Crono y que más tarde fueron arrojados al
mar. Por eso el título de la obra no es exacto, ya que lo que se representa en
esta obra es la llegada de Venus sobre una concha, símbolo de fertilidad,
empujada por los vientos que producen los dioses alados Céfiro y Cloris a la
isla de Citerea (actualmente conocida como Chipre).
En el centro de la imagen está la figura de Venus,
completamente desnuda ya que acaba de nacer. Su rostro es el retrato de
Simonetta Vespucci que fue musa y modelo de otros pintores, además Botticelli también
lo utilizó en otras obras. Sus ojos son claros, no miran hacia ningún lugar en
particular, y su boca está cerrada. Venus aparece ocultando con una mano un
pecho y con su largo cabello su zona genital. Se le representa en un elegante
contraposto; además el autor realizó su pose tras haber estudiado una escultura
de la colección Medici. Su piel es de color marfil, casi blanco que recuerda al
mármol.
Aunque es de gran belleza también hay que destacar el tamaño
antinatural de su cuello, la gran caída de sus hombros y la manera extraña en
la que le cae el brazo izquierdo.
A la izquierda se encuentran unidos en un abrazo Céfiro, el
Viento del Oeste e hijo de la Aurora, y Cloris, ninfa de la brisa, la cual fue
raptada por Céfiro del jardín de las Hespérides y se convirtió en su consorte.
Como Botticelli quería diferenciar los dos tipos de vientos de distinta fuerza
los pintó como un hombre y una mujer, el primero con una piel más oscura porque
produce un viento más fuerte, que impulsa a Venus, levanta su pelo y el manto
rojo, y tiene alas porque vive en el cielo, y Cloris tiene una piel más clara
porque produce un aire más suave, y así parece más delicada y frágil.
Junto a ellos aparece una lluvia de rosas, las cuales según
la mitología se crearon al mismo tiempo que Venus, y son símbolo de amor aunque
sus espinas recuerdan que el amor puede ser doloroso.
Y al otro lado de Venus está la Hora Primavera que es una de
las tradicionales compañeras de la diosa y está en posición de movimiento
porque intenta cubrir a Venus con un manto rojo decorado con flores. La Hora
viste una túnica blanca con flores en la que hay una gran delicadeza en el
tratamiento de los pliegues. También lleva un cinturón de rosas en la cintura y
una guirnalda de mirto. Entre sus pies florece una anémona que indica la
llegada de la primavera.
En cuanto al paisaje se distinguen unas montañas lejanas,
una serie de árboles en los que aparece el color dorado, el mar verdoso con
olas en forma de V y un cielo azul.
Por otro lado está la composición
que es triangular, pero Venus no está en el centro porque aparece desplazada
por el viento. Además también se aprecian otras formas como un triángulo que
forma la Hora, la forma curvilínea de la diosa, la forma casi circular de la
concha y las diagonales que forman tanto Céfiro y Cloris como la Hora.
Hay un uso de la perspectiva
que se aprecia fundamentalmente por la diferencia de tamaño entre los elementos
del fondo y los del principio, como por ejemplo las olas en forma de V que al
final apenas se ven y en la orilla son mucho más claras y cambian de forma,
también las zonas de tierra van disminuyendo. Otros elementos que ayudan a dar
profundidad son la línea del horizonte o el escorzo de los pies de Venus. Pero
hay que destacar que a Botticelli no le importaban los efectos de perspectiva.
Y en el dibujo utiliza
una línea negra para trazar los contornos.
Los colores utilizados
se pueden clasificar por una parte en fríos, en los que destacan el azul del
cielo que es primario y como secundario el verde del mar. Y por otra parte
están los cálidos que contrastan con los anteriores, en este grupo está el rojo
del manto que es primario, el naranja del pelo de Venus que es secundario y
como terciario el marrón de la túnica de Cloris o del pelo de Céfiro.
En cuanto a la luz hay
que destacar que no es igual en todas partes del cuadro, porque el fondo está
iluminado alrededor de Venus y la parte derecha es más oscura.
Además de ser un tema mitológico también hay que destacar la
exaltación del hombre, en este caso de la mujer y otro de sus significados
consiste en la correspondencia entre el mito del nacimiento de Venus desde el
agua del mar y la idea cristiana del nacimiento del alma desde el agua del
bautismo.
Y finalmente hay que señalar que las fuentes literarias de
Botticelli fueron Las metamorfosis de Ovidio y Poliziano donde se dice:
Por los céfiros lascivos empujada
veríais la diosa que del mar salía
exprimiendo cabellera remojada
mientras otra mano el pecho la cubría.
Esta obra actualmente está muy bien conservada y se
encuentra en la Galería Uffizi en Florencia.
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