Esta obra es una escultura renacentista del siglo XVI cuyo
autor es Miguel Ángel Buonarotti.
Miguel Ángel fue un escultor pintor y arquitecto más importante del Cinquecento italiano. Comienza su formación como pintor a los 12 años y un año mas tarde se adentra en el mundo de la escultura a través de Bertoido Di Giovani. Desarrolló una rica vida artística entre Florencia y Roma, y de entre sus muchas obras destacan dos: El David y la cúpula de San Pedro del Vaticano.
Podemos encontrar actualmente la escultura en la iglesia de San Pietro in Vincoli, aunque originalmente estaba destinada a situarse en la basílica de San Pedro para decorar la tumba del papa Julio II.
Tal era la admiración que existía por en ese momento por Miguel Ángel, que el propio Papa Julio II le convertirá en el responsable de un proyecto de una magnitud excelente, su tumba. Este encargo provocará disgustos y frustración a Miguel Ángel. El proyecto original consistía en una tumba exenta con más de 40 grandiosas esculturas y con unas medidas que superaban los 10 metros de alto por 7 de ancho. Sin embargo, el proyecto se torció debido a la muerte del papa, el desinterés de sus sucesores en la financiación del mausoleo y la escasez de fondos para llevar a cabo el proyecto original. Esto dio lugar a que la realización de la tumba se alargara durante décadas, llegando a finalizarse en tan solo una sencilla versión de la tumba.
El tema de la escultura es bíblico, en el que se representa al profeta Moisés, al regresar de su estancia de 40 días en el monte Sinaí, portando bajo el brazo las tablas de la ley para enseñárselas a los israelitas, y observa horrorizado como estas han abandonado el culto a Jehová.
Centrándonos en sus características técnicas, es una escultura sedente, exenta de bulto redondo y el material empleado es el mármol de carrara.
Tiene una distribución asimétrica de la anatomía, que se puede encontrar en el brazo izquierdo hacia arriba y el derecho hacia abajo, asi como la pierna izquierda hacia afuera y la derecha hacia dentro.
Presenta una perfecta anatomía y una tensión física: hinchazón de las venas, músculos con detalle, piernas pesadas al intentar levantarse. Miguel Ángel capta el momento en el que Moisés vuelve la cabeza y va a levantarse lleno de furia e ira , esta tensión dramática se conoce con el nombre de Terribilita. Por tanto abandona los rostros serenos y opta por la expresividad en sus esculturas, mostrando un Moisés claramente influenciado por una obra clásica, la de Laocoonte y sus hijos.
El empleo del mármol pulido deja resbalar la luz y en las ropas caen pliegues donde juegan luces y sombras, dando a la escultura volumen.
Por último, llama la atención, su representación con cuernos. Esto se debe a un error en la traducción. El santo San Jerónimo, se dedicó a la traducción de la biblia al latín y en el pasaje del éxodo en el que se narra la llegada de Moisés del monte Sinaí, tradujo la palabra hebrea Karam con el significado de cuerno, en lugar de su significado original: destello o iluminación. Por tanto, en vez de quedar la traducción : “Su rostro se había vuelto radiante”, se quedó la traducción : “su rostro tenía cuernos”
Miguel Ángel fue un escultor pintor y arquitecto más importante del Cinquecento italiano. Comienza su formación como pintor a los 12 años y un año mas tarde se adentra en el mundo de la escultura a través de Bertoido Di Giovani. Desarrolló una rica vida artística entre Florencia y Roma, y de entre sus muchas obras destacan dos: El David y la cúpula de San Pedro del Vaticano.
Podemos encontrar actualmente la escultura en la iglesia de San Pietro in Vincoli, aunque originalmente estaba destinada a situarse en la basílica de San Pedro para decorar la tumba del papa Julio II.
Tal era la admiración que existía por en ese momento por Miguel Ángel, que el propio Papa Julio II le convertirá en el responsable de un proyecto de una magnitud excelente, su tumba. Este encargo provocará disgustos y frustración a Miguel Ángel. El proyecto original consistía en una tumba exenta con más de 40 grandiosas esculturas y con unas medidas que superaban los 10 metros de alto por 7 de ancho. Sin embargo, el proyecto se torció debido a la muerte del papa, el desinterés de sus sucesores en la financiación del mausoleo y la escasez de fondos para llevar a cabo el proyecto original. Esto dio lugar a que la realización de la tumba se alargara durante décadas, llegando a finalizarse en tan solo una sencilla versión de la tumba.
El tema de la escultura es bíblico, en el que se representa al profeta Moisés, al regresar de su estancia de 40 días en el monte Sinaí, portando bajo el brazo las tablas de la ley para enseñárselas a los israelitas, y observa horrorizado como estas han abandonado el culto a Jehová.
Centrándonos en sus características técnicas, es una escultura sedente, exenta de bulto redondo y el material empleado es el mármol de carrara.
Tiene una distribución asimétrica de la anatomía, que se puede encontrar en el brazo izquierdo hacia arriba y el derecho hacia abajo, asi como la pierna izquierda hacia afuera y la derecha hacia dentro.
Presenta una perfecta anatomía y una tensión física: hinchazón de las venas, músculos con detalle, piernas pesadas al intentar levantarse. Miguel Ángel capta el momento en el que Moisés vuelve la cabeza y va a levantarse lleno de furia e ira , esta tensión dramática se conoce con el nombre de Terribilita. Por tanto abandona los rostros serenos y opta por la expresividad en sus esculturas, mostrando un Moisés claramente influenciado por una obra clásica, la de Laocoonte y sus hijos.
El empleo del mármol pulido deja resbalar la luz y en las ropas caen pliegues donde juegan luces y sombras, dando a la escultura volumen.
Por último, llama la atención, su representación con cuernos. Esto se debe a un error en la traducción. El santo San Jerónimo, se dedicó a la traducción de la biblia al latín y en el pasaje del éxodo en el que se narra la llegada de Moisés del monte Sinaí, tradujo la palabra hebrea Karam con el significado de cuerno, en lugar de su significado original: destello o iluminación. Por tanto, en vez de quedar la traducción : “Su rostro se había vuelto radiante”, se quedó la traducción : “su rostro tenía cuernos”
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