martes, 11 de marzo de 2014

Cúpula de San Pedro del Vaticano

San Pedro del Vaticano

Roma fue una ciudad con doble función: residencia territorial  del estado eclesiástico y el centro de la iglesia Católica.  Para ello los Papas realizaban una política de construcciones representativas de la iglesia que ponían en manos de múltiples autores conocidos de la época del Cinquecento para lograr una ciudad con mayor prestigio y rango.  La construcción del actual edificio, sobre la antigua basílica constantiniana, comenzó el 18 de abril de 1506, por orden del papa Julio II, y finalizó el 18 de noviembre de 1626, participando en su realización algunos arquitectos renombrados como Donato Bramante, Miguel Ángel o Bernini.
El papa Julio II se propuso continuar las obras iniciadas por Nicolás V, lo que le llevo a encargar a Bramante mediante un concurso la construcción de la iglesia sobre el espacio de la antigua basílica Constantina. Bramante proyecto una planta de cruz griega inscrita en un cuadrado con cuatro torres en los extremos y una cúpula esférica sobre un tambo dórico. Al morir Bramante continuo con la construcción Rafael introduciendo modificaciones como la planta de cruz latina, un proyecto que será abandonado y dejado en manos de Miguel Ángel donde vuelve al proyecto primitivo de cruz griega. Centro principalmente su esfuerzo en la construcción de la cúpula a la que dio mayor altura (131m), la cual fue terminada por Giacomo Della Porta.
Maderno al prolongar una de las naves transformo la iglesia de planta central en una de planta longitudinal construyendo también la fachada.

La Fachada principal es clásica y posterior a la iglesia. Compuesta por dos niveles:

-Nivel bajo: Compuesta por columnas de orden corintio.  La fachada de adelanta en su parte central, coronada por un frontón triangular. Formado por 3 puertas, la Central, más alta y ancha de las tres formada por un arco de medio punto. Sobre ella se encuentra un balcón también de medio punto más amplio que los dos vanos laterales.
Se va retrayendo y se encuentran dos cuerpos flaqueando las puertas. Esto es flanqueado a su vez por 2 intercolumnios a cada extremo con dos hornacinas, una interior con frontón curvo y otra superior simple con frontón triangular y un pequeño balcón.
-Nivel superior: Tiene pilastras que se corresponden con las columnas del nivel inferior de orden corintio. Donde se aprecian distintos vanos alineados. En su parte más alta encontramos diferentes esculturas que representan a diferentes personajes de la cristiandad con una clara jerarquía con Cristo en el centro portando la cruz.

La Cúpula 

La cúpula destaca por la pureza y perfección de líneas que pone en manifiesto la destreza del arquitecto y importancia tan grande que adquirían los estudios de matemáticas, geometría y perspectiva además de las investigaciones greco-romanas. Esta es la unión perfecta del mundo pagano y el mundo cristiano, pues parte de elementos del mundo antiguo realiza la iglesia que es el centro de la cristiandad. Encargada por el Papa Pablo III, y en ella Miguel Ángel partió del proyecto realizado con anterioridad por Bramante.
Miguel Ángel reforzó los elementos constructivos para hacer la cúpula mucho más elevada (131m) rechazando la idea de Bramante de disponer una cúpula similar a la del panteón, invisible en el exterior y opto por el modelo iniciado por Brunelleschi en Santa María de las Flores, por lo tanto se dice que esta cúpula es una evolución del modelo florentino; como Brunelleschi, dispuso un doble casquete con una falsa bóveda interior y una exterior, ambas nervadas y con un espacio hueco entre ellas que permite acceder a la esbelta linterna. La cúpula es circular y ovalada. Sus 42m de diámetro apoyan sobre reclinas que parten de cuatro robustos pilares que ocultan los contrafuertes que organizan el espacio central de la basílica y contrarrestan los empujes de la cúpula. La cúpula se asienta y eleva sobre un tambor rodeado de ventanas cuadradas con frontones triangulares y curvos, coronado por un gran friso decorado con guirnaldas. El peso también está repartido gracias a las cuatro pequeñas cúpulas que se encuentran en las esquinas del cuadro central. Los nervios exteriores rodeados también de ventanas que permiten aligerar el peso e iluminar el interior a lo que también contribuye la linterna que marca el eje vertical.  La combinación de colores procedentes de los mármoles de las estatuas, suelo, el dorado y la luz natural de las ventanas llevan a formar un interior hermoso y de gran belleza.
Todo el exterior se caracteriza por la disposición de pilastras que enmarcan ventanas y balcones.

Bernini diseño la plaza de San Pedro con el objetivo de devolver a la cúpula de Miguel Ángel su importancia y grandeza.

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