San Pedro del Vaticano
Roma fue una ciudad con doble
función: residencia territorial del
estado eclesiástico y el centro de la iglesia Católica. Para ello los Papas realizaban una política
de construcciones representativas de la iglesia que ponían en manos de
múltiples autores conocidos de la época del Cinquecento para lograr una ciudad
con mayor prestigio y rango. La construcción del
actual edificio, sobre la antigua basílica constantiniana, comenzó el 18
de abril de 1506, por orden del papa Julio
II, y finalizó el 18
de noviembre de 1626,
participando en su realización algunos arquitectos
renombrados como Donato Bramante, Miguel
Ángel o Bernini.
El papa Julio
II se propuso continuar las obras iniciadas por Nicolás V, lo que le llevo a
encargar a Bramante mediante un concurso la
construcción de la iglesia sobre el espacio de la antigua basílica Constantina.
Bramante proyecto una planta de cruz griega inscrita en un cuadrado con cuatro
torres en los extremos y una cúpula esférica sobre un tambo dórico. Al morir
Bramante continuo con la construcción Rafael introduciendo modificaciones como
la planta de cruz latina, un proyecto que será abandonado y dejado en manos de
Miguel Ángel donde vuelve al proyecto primitivo de cruz griega. Centro
principalmente su esfuerzo en la construcción de la cúpula a la que dio mayor
altura (131m), la cual fue terminada por Giacomo Della Porta.
Maderno al prolongar una de las
naves transformo la iglesia de planta central en una de planta longitudinal
construyendo también la fachada.
La Fachada principal es clásica y
posterior a la iglesia. Compuesta por dos niveles:
-Nivel bajo: Compuesta por
columnas de orden corintio. La fachada
de adelanta en su parte central, coronada por un frontón triangular. Formado
por 3 puertas, la Central, más alta y ancha de las tres formada por un arco de
medio punto. Sobre ella se encuentra un balcón también de medio punto más
amplio que los dos vanos laterales.
Se va retrayendo y se encuentran
dos cuerpos flaqueando las puertas. Esto es flanqueado a su vez por 2 intercolumnios
a cada extremo con dos hornacinas, una interior con frontón curvo y otra
superior simple con frontón triangular y un pequeño balcón.
-Nivel superior: Tiene pilastras
que se corresponden con las columnas del nivel inferior de orden corintio. Donde
se aprecian distintos vanos alineados. En su parte más alta encontramos
diferentes esculturas que representan a diferentes personajes de la cristiandad
con una clara jerarquía con Cristo en el centro portando la cruz.
La Cúpula
La cúpula destaca por la pureza y
perfección de líneas que pone en manifiesto la destreza del arquitecto y
importancia tan grande que adquirían los estudios de matemáticas, geometría y
perspectiva además de las investigaciones greco-romanas. Esta es la unión
perfecta del mundo pagano y el mundo cristiano, pues parte de elementos del
mundo antiguo realiza la iglesia que es el centro de la cristiandad. Encargada
por el Papa Pablo III, y en ella Miguel Ángel partió del proyecto realizado con
anterioridad por Bramante.
Miguel Ángel reforzó los
elementos constructivos para hacer la cúpula mucho más elevada (131m)
rechazando la idea de Bramante de disponer una cúpula similar a la del panteón,
invisible en el exterior y opto por el modelo iniciado por Brunelleschi en
Santa María de las Flores, por lo tanto se dice que esta cúpula es una
evolución del modelo florentino; como Brunelleschi, dispuso un doble casquete con
una falsa bóveda interior y una exterior, ambas nervadas y con un espacio hueco
entre ellas que permite acceder a la esbelta linterna. La cúpula es circular y
ovalada. Sus 42m de diámetro apoyan sobre reclinas que parten de cuatro
robustos pilares que ocultan los contrafuertes que organizan el espacio central
de la basílica y contrarrestan los empujes de la cúpula. La cúpula se asienta y
eleva sobre un tambor rodeado de ventanas cuadradas con frontones triangulares
y curvos, coronado por un gran friso decorado con guirnaldas. El peso también
está repartido gracias a las cuatro pequeñas cúpulas que se encuentran en las
esquinas del cuadro central. Los nervios exteriores rodeados también de
ventanas que permiten aligerar el peso e iluminar el interior a lo que también
contribuye la linterna que marca el eje vertical. La combinación de colores procedentes de los
mármoles de las estatuas, suelo, el dorado y la luz natural de las ventanas
llevan a formar un interior hermoso y de gran belleza.
Todo el exterior se caracteriza
por la disposición de pilastras que enmarcan ventanas y balcones.
Bernini diseño la plaza de San
Pedro con el objetivo de devolver a la cúpula de Miguel Ángel su importancia y grandeza.
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