EL
PILAR DE ZARAGOZA
Los
orígenes de la Basílica de Nuestra Señora del Pilar se remontan a
una pequeña iglesia del siglo IX, que tras la reconquista cristiana
fue sustituida por un templo románico y posteriormente se erigió un
templo gótico.
La
construcción del templo barroco actual fue promovida en 1670 por
Juan José de Austria, por entonces Virrey de Aragón. Para su
construcción se plantearon distintos proyectos que encabezaron los
arquitectos zaragozanos Felipe Busiñac y Felipe Sánchez y que más
tarde los continuaría el arquitecto real Francisco de Herrera el
Mozo.
Las
obras dieron comienzo en 1681. Y en 1730, tras la ampliación del
templo, la Basílica alcanzó las actuales dimensiones de 127m de
largo por 65,5 de ancho. También contribuyó a darle el aspecto
bizantino actual el Marqués de Peralada quien dio la idea de dotar
al santuario de cúpulas y torres, que fueron construidas en su mayor
parte entre 1796 y 1872, año en el que se consideró terminado el
templo. Sin embargo las torres exteriores no fueron concluidas hasta
el siglo XX.
La
planta del templo es basilical y se articula en tres naves de
igual altura, siendo mas ancha la central. Se divide también en
siete tramos.
En
cuanto al exterior del edificio, su volumen alcanza proporciones
majestuosas, esta construido en ladrillo y posee en la actualidad
once cúpulas techadas con tejas vidriadas de colores verdes,
amarillos, azules y blancos. Una central, dos más pequeñas situadas
a ambos lados (sobre la Santa Capilla y el Coro Mayor) y cuatro
menores rodeando en los ángulos a estas dos cúpulas medianas.
Además, entre los contrafuertes se cierran capillas rematadas con
linternas. Y sus torres alcanzan más de noventa metros de altura.
El
interior esta revocado en estuco y como ya hemos dicho tiene una
planta basilical, dividida en tres naves, las cuales están cubiertas
con bóvedas de cañón en las que se intercalan cúpulas y bóvedas
de plato, que descansan sobre robustos pilares, decorados a su vez
con pilastras adosadas clasicistas. En
sus muros se abren capillas laterales cubiertas con cúpulas con
linterna o bóvedas.
En
cuanto a la nave central se halla dividida por la presencia del altar
mayor bajo la cúpula central. El altar esta presidido por el gran
retablo mayor de la Asunción. Bajo las otras dos cúpulas elípticas
de la nave central, se dispuso la Santa Capilla de la Virgen del
Pilar y el coro y el órgano (desplazados actualmente a los pies
del templo para dotar de mayor espacio a los fieles)
Nos
centramos en la Santa Capilla del Pilar lugar donde se sitúa
la columna sobre la cual se apareció la Virgen a Santiago, según la
tradición. Se trataba de una construcción externa al templo, tanto
en el templo románico como en el gótico, y que pasó a ser
integrado en su interior en el barroco.
La
Santa Capilla fue inaugurada en 1762 y está realizada en un estilo
barroco clasicista.
El
espacio está concebido como un baldaquino dentro del templo y
situado bajo el segundo tramo de la nave central. La planta es
curvilínea de cruz griega de remates redondeados, cubierta por una
cúpula central elíptica. La cubierta se encuentra perforada por lo
que deja pasar la luz que ilumina y adorna todo el conjunto de
esculturas exentas en las cornisas y grupos escultóricos en relieve.
Se
trata de un templete aislado de formas curvas y envolventes, con
numerosos efectos de perspectiva. Complemento de la arquitectura es
la rica variedad escultórica presente en el espacio arquitectónico
(figuras, medallones, estucos...).
Concluimos
diciendo que estos juegos de curvas y volúmenes son una influencia
de la obra de Bernini y Borromini y de la arquitectura bizantina, el
rococó y del neoclasicismo.
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