EL
AURIGA DE DELFOS
El Auriga de Delfos es la
escultura
más representativa del Período Severo en la antigua Grecia. Fue realizado en el año 475 a.C, aunque su
datación no se conoce con exactitud y pudo ser entre el 474 y 478 a.C según
distintas fuentes de información. Fue encontrada en la ciudad de Delfos, hacia
el año 1896. Es una de las escasas esculturas originales que se conservan en
bronce del mundo griego.
La autoría se atribuye a
Pitágoras de Región. La escultura se realizó por encargo de Polyzalos, tirano
de Gela, Sicilia, para conmemorar su victoria en una carrera de cuadrigas, en
Delfos.
El conjunto escultórico
estaría formado, en principio, por un carro con cuatro caballos, el auriga
conduciendo el carro y el propio tirano, además de dos hombres que acompañan a
los caballos uno en cada extremo.
En cuanto al tema, la figura
representa a un joven auriga o conductor de carro en las carreras que entonces
se celebraban.
Refiriéndonos a los aspectos
técnicos, el Auriga es una figura exenta
de bulto redondo y de cuerpo entero, de 1,82 metros, realizada en bronce por medio de la técnica de la cera perdida. Este método
consistía en realizar con un material
que resista el calor la figura que más tarde será de bronce. Después esta
primera figura se cubre con cera y a continuación se vuelve a cubrir pero esta
vez con otro material diferente. Más tarde, se rellena la figura con bronce
fundido por los orificios que anteriormente se habían realizado por la parte
superior e inferior de la escultura. Mientras el bronce va cayendo por el
orificio inferior, la cera se derrite y cae. Cuando termina de salir toda la
cera y empieza a salir bronce, la escultura estará casi hecha. Finalmente, se
le daban los últimos retoques. Esta escultura se realizó por piezas que luego
se soldaron. Otros materiales utilizados son, la plata en los labios y en la
cinta del pelo, piedra de cristal en los ojos, los cuales tienen un color
marrón rojizo y tienen pequeñas pestañas incrustadas.
Podemos dividir la escultura
en varias partes. Analizando primero su rostro, podemos observar que todavía
conserva rasgos primitivos propios del Período Arcaico: perfil griego, el pelo
sin volumen, aunque en algunas partes se nota un avance. Es un rostro
inexpresivo, no muestra ningún tipo de emoción o sentimiento aunque puede
tratarse de un semblante amable, calmado y sereno, con labios gruesos y mentón
pronunciado. Es así una de las cabezas
más proporcionadas y perfectas que se había realizado hasta entonces. Otra
de las partes es el torso (de cintura para arriba), el cual está más elaborado,
debido a que es la sección de la escultura que queda al descubierto al no ser
tapada por el carro, siendo así la zona de la cintura para abajo la menos
elaborada. La diferenciación de las partes (la superior más corta que la
inferior) se consigue con una cinta llamada analabos.
Esta cinta provoca los pliegues de la túnica, todavía demasiado rectilíneos y
paralelos. En la parte superior, estos muestran mayor dinamismo al estar
trabajados más minuciosamente con líneas verticales y horizontales y crean
cierto volumen. Sin embargo, es la parte inferior la tratada con menos detalle.
En conjunto la figura rompe con la frontalidad de las épocas
anteriores con detalles como la cabeza levemente ladeada, los pies colocados de
manera oblicua al cuerpo, posa descalzo sobre el carro y pueden apreciarse los
detalles de las uñas y las venas del empeine. Tiene el brazo extendido hacia
delante sujetando el cinturón, dando sensación de profundidad, podemos señalar
que carece del brazo izquierdo.
En esa época, Grecia se
organizaba en polis o ciudades estado, nunca llego a formar un Imperio. Cada
polis era independiente, y tenía sus propias administraciones y política.
Organizaban la vida social, cultural…Aun así, todas las ciudades estado
compartían vínculos en común como la lengua, la religión…Uno de sus rasgos más
característicos era la importancia que le daban al hombre, de ahí que
utilizaran casi siempre la figura de éste para representar sus esculturas,
incluso cuando el tema era un dios.
Para finalizar se puede
afirmar que los griegos tienden a crear
un mundo idealizado.
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