domingo, 20 de octubre de 2013

El Doríforo





EL DORÍFORO


El Doríforo es una de las obras más famosas del periodo clásico de la escultura griega. Fue realizada por Policleto en el siglo V a.C. entre los años 450 – 440a.C.

Polícleto nació en Argos (Grecia) hacia el 480 a.C. y es considerado el maestro de esta escuela de broncistas. Su actividad se produjo entre el 450 y el 420 a.C., sabemos que viajó a Atenas justo en el momento de mayor acreatividad artística con la reconstrucción de la Acrópolis, allí se dedicó a la realización de encargos particulares ya que la producción pública la monopolizaba Fidias. Mas tarde, volvió a Argos y realizó obras tan importantes como: la imagen crisoelefantina de la diosa Hera, toda la producción escultórica del templo dedicado a la misma diosa y la Amazona herida. De su producción artística, realizada principalmente en bronce, sólo se conservan las copias romanas.
Para Polícleto cada una de las partes del cuerpo humano debía tener unas dimensiones adecuadas para lograr crear obras con gran armonía y belleza. Para esto creo un canon según el cual la altura total de la figura debía incluir siete veces y media la altura de la cabeza, y del mismo modo la cabeza tenía que estar dividida en tres partes iguales que corresponden a la frente, a la nariz y a la distancia entre esta y el mentón.

La escultura representa a un joven atleta desnudo que portaba una lanza, de ahí su nombre, Doríforo, que significa “portador de lanzas”.

La obra original fue realizada en bronce mediante la técnica de la cera perdida, con la que se obtienen figuras de metal (generalmente bronce) por medio de un molde que se elabora a partir de un prototipo tradicionalmente modelado en cera de abeja, pero sólo se conservan las copias romanas realizadas en mármol. La mejor copia se encontró en Pompeya y se encuentra en el museo arqueológico de Nápoles.

La escultura mide 2,12 metros de altura, es aislada, de cuerpo entero y exenta de bulto de redondo.
A pesar de pertenecer al periodo clásico presenta algunos rasgos arcaicos que podemos observar en la rudeza con la que esta tallado, en las dificultades para dar naturalismo al pelo y en el principio de diartrosis por cual los pectorales y la cintura se encuentran muy marcados y acentuados.
En las extremidades encontramos una alternancia de miembros tensos y relajados denominada contrapposto, con la que se consigue una mayor sensación de volumen. La pierna izquierda de la figura retrocede en reposo mientras que la pierna derecha sostiene todo el peso, el brazo derecho se encuentra relajado y pegado al cuerpo y el izquierdo esta escorzado, en tensión y flexionado (para sujetar la lanza).
En cuanto a la cabeza, se encuentra ligeramente inclinada hacia la derecha para ganar realismo, pero el rostro continúa siendo inexpresivo.

A pesar de mantener rasgos del anterior periodo el Doríforo se identificara plenamente con el canon siendo prototipo de belleza y armonía eterna, por lo que servirá de modelo en el arte romano, en el renacimiento, sobretodo en Miguel Ángel, y en la mayoría de escultores contemporáneos y posteriores, al igual que el canon creado por Policleto.

Para concluir cabe destacar una cita de Policleto en la que defendía que lo bello consistía en “la relación de un dedo con otro y la de todos ellos con el metacarpo y carpo, y la de éstos con el antebrazo, y en la del antebrazo con el brazo, hasta concertar el total de las medidas”.

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