viernes, 18 de octubre de 2013

LOS KUROIS



LOS KOUROIS


Los kurois son esculturas griegas que pertenecen al periodo arcaico a lo largo de los siglos VIII al VI utilizaban como material principal la piedra, concretamente están hechas de mármol. Estas esculturas son exentas de bulto redondo por lo que podemos observarla desde los cuatros costados. Eran realizadas con la técnica de la talla que consistía en eliminar poco a poco el mármol sobrante hasta darle la forma deseada.
Son esculturas que buscaban idealizar la belleza buscando siempre la naturalidad, se pensaba que eran representaciones de jóvenes atletas que habían ganado alguna competición. En un principio se pensaba que estaban dedicados en ofrenda o representación de Apolo porque en algunas ocasiones fueron encontrados en tumbas o lugares de culto.
Los kurois son esculturas de cuerpo entero que están desnudas y se puede observar su gran volumen, pero el estudio de su anatomía estaba poco conseguido. Tienen una gran frontalidad que resalta la simetría del cuerpo humano dividiéndola en dos partes iguales a partir de un eje vertical. Muestran gran rigidez con los brazos pegados al cuerpo y puños cerrados, las esculturas intentan reflejar el movimiento adelantando un poco una pierna, generalmente la izquierda. Algo característico de los kurois es su inexpresividad. Su rostro muestra una sonrisa esteriotipada, también llamada sonrisa arcaica (rasgo estilístico característico de la época griega, arcaica y anterior al estilo severo, para los griegos reflejaba un estado de salud ideal y bienestar). En el periodo arcaico les entrañaba mucha dificultad la realización del pelo con naturalidad adoptando figuras geométricas, en la mayoría de las mencionadas anteriormente aparece trenzado.
En estas esculturas podemos observar que las cuatro caras del bloque eran elaboradas sin cohesión, de ahí que la figura presente cuatro aspectos independientes, según se contemplen desde el frente, el dorso o los costados.
Algunos ejemplos son el kouros de Anavyssos que es de mármol policromado y situado en el museo de Atenas, otro kuroi importante es el de Samos, es el más grande que se conserva en Grecia y está situado en el museo arqueológico de Samos, y por último, los gemelos Kleobis y Bitón que están situados en el santuario de Delfos (El artista que los realizó puso especial interés en aplicar un canon matemático y orgánico antes que buscar la elegancia o la belleza formal que se puede apreciar en los kouros jónicos). También está la dama de Auxerre, es una korai que se localiza en el museo de Louvre, Paris, tiene las mismas características que los kurois, la única diferencia es que no están desnudas.         

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