LOS KOUROIS
Los kurois son
esculturas griegas que pertenecen al periodo arcaico a lo largo de los siglos
VIII al VI utilizaban como material principal la piedra, concretamente están hechas de mármol. Estas esculturas son exentas de bulto redondo por lo que
podemos observarla desde los cuatros costados. Eran realizadas con la técnica
de la talla que consistía en eliminar poco a poco el mármol sobrante hasta
darle la forma deseada.
Son esculturas que
buscaban idealizar la belleza
buscando siempre la naturalidad, se pensaba que eran representaciones de
jóvenes atletas que habían ganado alguna competición. En un principio se
pensaba que estaban dedicados en ofrenda o representación de Apolo porque en
algunas ocasiones fueron encontrados en tumbas o lugares de culto.
Los kurois son
esculturas de cuerpo entero que están desnudas
y se puede observar su gran volumen, pero el estudio de su anatomía estaba poco
conseguido. Tienen una gran frontalidad
que resalta la simetría del cuerpo
humano dividiéndola en dos partes iguales a partir de un eje vertical. Muestran
gran rigidez con los brazos pegados
al cuerpo y puños cerrados, las esculturas intentan reflejar el movimiento
adelantando un poco una pierna, generalmente la izquierda. Algo característico
de los kurois es su inexpresividad. Su rostro muestra una sonrisa
esteriotipada, también llamada sonrisa
arcaica (rasgo estilístico característico de la época griega, arcaica y
anterior al estilo severo, para los griegos reflejaba un estado de salud ideal
y bienestar). En el periodo arcaico les entrañaba mucha dificultad la
realización del pelo con naturalidad adoptando figuras geométricas, en la
mayoría de las mencionadas anteriormente aparece trenzado.
En estas esculturas
podemos observar que las cuatro caras del bloque eran elaboradas sin cohesión,
de ahí que la figura presente cuatro aspectos independientes, según se
contemplen desde el frente, el dorso o los costados.
Algunos ejemplos son el
kouros de Anavyssos que es de mármol
policromado y situado en el museo de Atenas, otro kuroi importante es el de Samos, es el más grande que se conserva
en Grecia y está situado en el museo arqueológico de Samos, y por último, los gemelos Kleobis y Bitón que están
situados en el santuario de Delfos (El artista que los realizó puso especial interés en
aplicar un canon matemático y orgánico antes que buscar la elegancia o la
belleza formal que se puede apreciar en los kouros jónicos). También está la dama de Auxerre, es una korai que se
localiza en el museo de Louvre, Paris, tiene las mismas características que los
kurois, la única diferencia es que no están desnudas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario