domingo, 16 de marzo de 2014

EL PALACIO DE VERSALLES

EL PALACIO DE VERSALLES

Esta obra es el mayor ejemplo de la arquitectura barroca en Francia, su construcción se debe a la decisión de Luis XIV de trasladar fuera de París el gobierno, la Corte y la residencia de la familia real, por ello encargó su construcción sobre un palacete de caza de Luis XIII dando lugar así al monumento más espectacular de la Monarquía Absoluta que puede verse en Europa.
Durante el Barroco la monarquía absoluta se extendió por casi toda Europa y predominó el sistema del Antiguo régimen, caracterizado políticamente por el dominio de esta monarquía en la que el rey concentra todos los poderes por designación divina; socialmente, existe una sociedad estamental; económicamente, la agricultura era la base de la economía, la artesanía estaba dirigida por los gremios y el comercio estaba limitado e ideológicamente se mantienen los ideales de la Iglesia Cristiana Católica.
El palacio es una obra muy compleja que busca, además de impresionar por su grandiosidad, plasmar el poder real y evidente del régimen absolutista.
Además del gran palacio hay otros edificios como el Gran Trianón, el Pequeño Trianón, el pabellón francés, la Aldea de Mª Antonieta y otras pequeñas construcciones neoclásicas.
Su construcción estuvo dirigida por Luis XIV, por el superintendente de edificios Colbert y por las Academias, que representaban el control estatal; y realizada por Le Vau de 1661 hasta 1678, y desde este año hasta 1710 continuó Mansart, lo más sustancial fue terminado durante el reinado del rey Sol. Además, fueron importantes también las figuras de Le Brun, decorador del palacio y André le Nôtre, jardinero.
El estilo del palacio es el clasicismo francés, puesto en práctica a partir de 1630 y caracterizado por los ligeros saledizos, elementos divisorios horizontales, los contrastes entre diferentes tipos de vanos y el limitado repertorio ornamentado. Los materiales que se emplearon en su construcción fueron piedra, mármol y espejos.
En cuanto a los aspectos técnicos su planta tiene forma de U con las esquinas formando un ángulo recto y en la parte superior de la U salen dos brazos alargados hacia ambos lados. El palacio consta de 3 pisos (basamento, principal y ático).
Toda la fachada del palacio se caracteriza por su simetría y repetición, así como por su austeridad y horizontalidad. Posee en total 2500 ventanas, hay una fusión entre columnas de orden jónico gigante y pilastras, y su ático está coronado por trofeos.
La parte interior del palacio cuenta con 700 habitaciones o estancias, en la parte izquierda se encuentran las estancias de la reina y las del rey en el lado opuesto. Destaca el salón de los espejos, realizada por Mansart entre 1678 y 1684, en la que se hacían recepciones. No tiene gran anchura pero gracias a los cristales situados estratégicamente en el lado opuesto de las ventanas, se refleja el jardín y la estancia parece ser más ancha y grande. Contiene 357 espejos y 17 ventanas y está decorada con escenas del reinado de Luis XIV.
La decoración es de estilo barroco, y las habitaciones están excesivamente decoradas con estampados y colores oro, azules y rojos; tienen gran importancia los efectos lumínicos y la luz, hay una tendencia a la teatralidad y una mezcla de pintura, arquitectura y escultura.
Los jardines son el elemento más espectacular, ocupan más de 100 hectáreas del total de las 800 que ocupa el complejo en total, con ellos André le Nôtre pretendía realizar una propaganda política que demostrara el poder del rey a través de los numerosos jardines, caminos, parterres, lagos y fuentes. Los jardines están dividido en tres zonas: una de parterres y estanques, otra de bosquetes y finalmente un canal que desemboca en un gran estanque octogonal.
La obra transmite unidad, el conjunto de espacio urbanístico, naturaleza y palacio es algo único e indivisible, y cada elemento encuentra su sentido al combinarse con los demás.
Haciendo referencia a las influencias que recibe el palacio, de El Escorial de Madrid no toma la decoración porque el rey sol la considera demasiado sobria pero recoge la idea de que el edificio representara grandeza y colosalismo y del Louvre toma el estilo clasicista en las fachadas monumentales con columnatas y los jardines geométricos.

La obra marca una pauta estilística para toda Europa durante el reinado de Luis XIV, siendo el referente de todos los palacios de la realeza europea. Se convierte en un modelo urbanístico y arquitectónico que influye en la construcción de otros palacios como el Palacio Real de Madrid donde la influencia de Versalles es muy clara, en la idea de ciudad real y regular que reuniese aspectos políticos y cotidianos, el Palacio de Aranjuez o el palacio de Hofburg en Viena.

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