Michelangelo Merisi nació
en Milán en 1571. Se formó en Milán,
dentro de la estética manierista. Trabajó en
Roma, Nápoles, Malta y en Sicilia, es considerado el primer gran
exponente de la pintura del Barroco. Su padre, Fermo Merisi,
trabajaba como administrador y arquitecto decorador del Marqués de
Caravaggio del cual tomaría su nombre Michelangelo. Pertenecía a
una familia adinerada y la cercanía entre su familia con las
familias Corona y Sforza ayudaron al autor en su carrera como
artista.
En
1592 llegó a Roma y durante su estancia pintó cuadros como: Cesto
con frutas, donde
el cesto se convierte en el protagonista del cuadro, mostrando un
realismo casi fotográfico, que nos anticipa a los bodegones que son
también
representaciones de la naturaleza
muerta o mejor dicho
es
una obra
de arte que
representa objetos inanimados, generalmente extraídos de la vida
cotidiana, que pueden ser naturales o hechos por el hombre, en un
espacio determinado.
El
Baco, que
se supone que es un autorretrato del autor. A Caravaggio le gustaba
pintar cuadros en los que aparecían chicos jóvenes de aspecto casi
femenino. También destacan obras importantes como La
buenaventura
y los Jugadores
de cartas.
Como
la contrarreforma necesitaba adornar sus templos, por primera vez
recibe encargos de trabajos religiosos como la Magdalena
Penitente. En
1599 al estar bajo la influencia del Cardenal Del Monte fue
contratado para decorar la Capilla Contarelli de la Iglesia Romana de
San Luis de los Franceses, donde realizó un conjunto formado por
tres obras:
- La primera: situada en la pared de la izquierda de la Capilla es la Vocación de San Mateo.
- La segunda: situada en la parte derecha es el Martirio de San Mateo
- Y más tarde le fue encargada la obra de la parte central que es la Inspiración de San Mateo o San Mateo y el ángel.
Hacía
1600 se alejó de la estética manierista y en 1606 se marchó al
exilio y nunca pudo volver a Roma por haber matado a un hombre,
finalmente en 1610 murió en una playa solitaria puesto que había
enfermado de malaria.
TEMA:
En
cuanto al tema de esta obra, Caravaggio representa la escena en la
que Mateo junto con otros hombre cuentan las monedas que han
recaudado y la acción es interrumpida por la presencia de Cristo y
San Pedro. Representa a Cristo señalando a Mateo con el brazo, lo
que nos recuerda a la obra de Miguel Ángel, La Creación de Adán
situada en la Capilla Sixtina. El apóstol recibe inmediatamente la
llamada de Cristo mientras que los demás personajes que miran con
asombro salvo 2 que permanecen concentrados en su tarea.
Lo
que destaca de esta obra es que Caravaggio representa personajes
religiosos como unas escena de la vida cotidiana, en una taberna y
con la vestimenta de su época. Este hecho se puede denominar
anacronismo ya que representa a personajes religiosos en una época a
la que ellos no corresponden y con la vestimenta de dicha época.
Centrándonos en los personajes podemos decir que en un principio hay
cinco hombres de diferentes edades: tres son jóvenes, un hombre
mayor y un anciano.
Sobre
la mesa podemos observar una bolsa de monedas, una pluma, un tintero,
y un libro de cuentas abierto. Las monedas supuestamente son las
ganancias de una tienda, de un juego de cartas o incluso el producto
de un robo. En la taberna entran dos hombres desconocidos que son San
Pedro y Cristo al que podemos reconocer por el halo luminoso que
rodea su cabeza, que en esta obra aparece más disimulado que en las
obras del Gótico o del Románico.
COMENTARIO TÉCNICO:
Este
cuadro mide 3,5 metros de ancho por 3,25 metros de alto. Se trata de
una obra al óleo sobre lienzo. En cuanto a su composición podemos
observar una línea diagonal provocada por la luz que irrumpe
en la taberna y que continúa con la mano de Cristo que se encuentra
levantada. También podemos observar el círculo que se crea a
partir de la disposición de los personajes sentados alrededor de la
mesa. En ellos podemos observar cierta isocefalia, que
significa que las cabezas de los personajes se encuentran casi al
mismo nivel.
Caravaggio
no se preocupa ni por el fondo ni por la perspectiva aunque podemos
observar escorzos en la mesa ya que los personajes están
sentados al otro lado, en la pierna de uno de los personajes y en la
ventana que se encuentra en la parte superior del cuadro. Y en los
personajes que se encuentran más cerca y los que se encuentran más
lejos.
La
luz en este cuadro podemos decir que es tenebrista ya que
fue Caravaggio el que creó este género que a través del juego de
luces y sombras, el claroscuro, da volumen a las figuras. Se
puede encontrar un significado teológico de la luz de este cuadro ya
que Caravaggio identifica la luz con la entrada de Cristo en la
taberna, donde predominaban las sombras que simbolizan el pecado.
En
cuanto al dibujo podemos decir que es un dibujo difuso, a pincelada
suelta, donde emplea una gama de colores de la cual podemos
distinguir:
- Colores cálidos y suaves
- Colores primarios: como el naranja y el marrón.
- Colores secundarios:como el rojo.
De
las calidades y texturas de este cuadro podemos destacar la
madera y el cristal de la ventana del fondo, en los personajes
podemos diferenciar la vestimenta, la pluma del sombrero de uno de
los personajes, las barbas...
Supuestamente
Caravaggio se inspiró en un grabado de Holbein de 1545 de la serie
“La danza de la muerte” y lo más seguro es que utilizó
personajes de sus obras anteriores como La buenaventura de la cual
pertenece el joven del sombrero.
Caravaggio
al ser un artista revolucionario y con una vida muy agitada se
encontró ante el rechazo de las altas instituciones eclesiásticas
ya que consideraban que sus cuadros no transmitían el deseo de
devoción ni de oración de la religión cristiana. Sin embargo, él
siguió recibiendo encargos religiosos.
En
algunas de sus obras finales podemos ver que acentuó el sentido del
realismo dramático y los contrastes de luz y sombra como podemos ver
en su obra David
con la cabeza de Goliat.
Caravaggio
tuvo gran influencia sobre autores contemporáneos y sobre autores
posteriores tanto en los que conocieron su obra en Roma como en los
que no viajaron pero recibieron sus obras. Algunos de estos autores
son: Rembrandt, aunque este se alejó de los grandes contrastes de
luz y sombra que Caravaggio representaba. También influyó en
pintores españoles como José de Ribera o Alonso Cano que
pertenecía a la escuela andaluza.
Para
finalizar os vamos a leer una cita del Papa Francisco que dijo en su
entrevista con Antonio Sparado:
“Ese
dedo de Jesús, apuntando así... a Mateo. Así estoy yo. Así me
siento. Como Mateo.”
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