EL TEMPLO MAISON CARRÉE DE NÎMES
El
templo de la Maison Carrée de Nimes es
una construcción romana emplazada en el mismo centro del foro de esta ciudad francesa, que se sitúa en
el sudeste de Francia. Esta ciudad también acogió a otros monumentos históricos
romanos, como el anfiteatro de Les Arènes.
Se
construyó en la segunda mitad del siglo I a. C,
probablemente en el año 16 a. C
y fue patrocinado por Agripa en honor a su suegro, el emperador Augusto, a su esposa y a sus hijos Cayo y Lucio, a
quienes hizo dedicatoria en el templo que fue removida en la Edad Media pero
reconstruida tiempo después y en la
actualidad se puede leer de nuevo.
El
arte romano se desarrolló entre el siglo III a. C y el V d. C, influenciado por
el arte etrusco y el griego. Su marco geográfico fue muy extenso, abarcando los
territorios del Mediterráneo y las actuales Francia e Inglaterra. Existió una
notable diferencia entre la parte Oriental, más rica y desarrollada y la Occidental, en la que hubo
que construir ciudades e infraestructuras.
La
época en la que se construyó este templo fue el periodo Imperial, que se extiende del
año 27 a. C (cuando Augusto se coronó como
primer Emperador), al 476 d. C,
en el que se llevó a cabo la romanización y organización del territorio de las
Galias, entre otros.
Hay
que encuadrar el edificio dentro de la arquitectura
religiosa, pues responde al esquema habitual de griegos y romanos. Estos
pueblos eran politeístas y consagraban a sus dioses lugares sagrados. Eran
construidos para albergar la imagen de
la deidad y las ofrendas.
Este
edificio que ha resistido de manera admirable el paso del tiempo formó parte,
hasta el siglo XIX, de un gran complejo de edificios que fueron demolidos y ha
sido empleado con diferentes fines (sede del ayuntamiento, mansión particular,
iglesia católica, sala de reuniones, almacén y tienda, museo local y
actualmente sala de exposiciones). Este uso continuado es el que ha permitido
que siga en pie y no sea una ruina.
Este
templo de dimensiones medianas (26 x 15) fue construido en mármol, pero lamentablemente no ha quedado ningún rastro de la
decoración de los dos frontones del templo. Al igual que otras obras de siglos
anteriores, estaba policromado con vivos colores que ahora ya han desaparecido.
Todo
el templo se eleva sobre un gran podio de paredes verticales y de unos tres metros
de alto, que ha sustituido al estilóbato característico del templo griego, y la
única escalera de acceso está en la fachada principal.
A
pesar de llamarse Maison Carrée (casa
cuadrada) posee una planta rectangular,
formada por un pórtico que da paso a la naos, también llamada cella o capilla,
en la que originalmente estaba el altar del templo y que en la actualidad acoge
exposiciones temporales. La cella es un
espacio único sin compartimentación en naves, es decir, no hay opistodomos ni
pronaos, aunque originalmente contaba con una pronaos que fue restaurada a
principios del siglo XIX. El pórtico actual fue realizado en 1824.
Se
trata de un edificio hexástilo, pues
tiene seis columnas en el frente menor, próstilo
(presenta una hilera de columnas sólo en su fachada anterior) y pseudoperíptero, tiene columnas en el pórtico delantero, pero
sus columnas de los laterales están encastradas
en los muros del edificio (cuatro exentas y 20 adosadas).
Por
su decoración, es de orden corintio,
con fuste acanalado, hojas de acanto y ornamentos florales en el capitel.
Posee
un entablamento liso sin decorar y remata en un frontón con cubierta a dos aguas.
A
pesar de que no se conserva la decoración del frontón, si se conserva en
excelente estado la decoración de carácter vegetal que embellecía el edificio.
No sólo las hojas de acanto de los capiteles corintios, sino también los
elementos de tipo floral que se encuentran en el friso, en la parte inferior de
la cornisa y en los casetones del pórtico.
Esta
obra guarda paralelismos con otra que se estaba colocando por la misma época en
el Ara Pacis de Roma, en cuanto a la decoración.
La
Maison Carrée inspiró la Iglesia
neoclásica de la Madeleine en París y State Capitol de Virginia (EEUU) diseñado
por Thomas Jefferson.
De
la tradición etrusca, este templo tomará el basamento sobre el que se eleva
(podio), la amplia escalinata frontal y la desaparición del opistodomos.
De
la arquitectura griega adopta la forma rectangular de su planta, la utilización
de los órdenes clásicos y el cierre
perimetral de la cella, lo que explica que adopte esta estructura pseudoperíptera en lugar de las perípteras
más habituales en el arte griego.
A ello
habría que añadir los ideales de armonía y proporción constructiva
características también de la arquitectura griega, así como la misma
utilización de reajustes ópticos en los elementos arquitrabados que ya habían
prodigado los griegos, y la solución ornamental de fachadas. Así pues, todo
ello contribuye a que la construcción transmita una impresión de sobriedad,
armonía y monumentalidad.
Para concluir, la
romanización que afectó al territorio de las Galias fue llevada a cabo
militarmente por los ejércitos romanos. Hay que destacar la labor de estos en
el proceso de expansión del Imperio Romano: “Entretanto nuestros soldados
sostuvieron el ataque de los enemigos y lucharon muy valerosamente más allá de
cuatro horas y, recibidas pocas heridas, muchos de ellos murieron. Pero,
después que nuestra caballería estuvo a la vista, los enemigos, arrojadas las
armas, huyeron y un gran número de ellos murió” César, Guerra de las Galias IV
37, 3.
Este proceso permitió
la creación de obras como la que presentamos aquí, que además de conservar
estructuras y elementos propios del arte griego y etrusco, introduce también
innovaciones propiamente romanas.
Anfiteatro de Les Arènes en Nîmes
State Capitol de Virginia
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