LAS
TERMAS DE CARACALLA
Las
termas romanas eran recintos públicos destinados al baño, al mantenimiento de
la salud física y al cultivo de las relaciones sociales.
La
palabra termas proviene del griego “thermos”
que significa “caliente”.
Fueron
los griegos los que convirtieron el acto natural de bañarse en una compleja
técnica, construyendo hasta edificios especiales. Roma y su ingeniería fueron
los que perfeccionaron las instalaciones hasta convertirlas en un modelo a
seguir para otras culturas como la turca, árabe, finlandesa…
A
lo largo de la historia para muchas culturas el ritual del baño significo mucho
más que unos pocos minutos dedicados al aseo personal.
Por
ejemplo los árabes tomaron de los romanos su idea para construir sus baños,
(Hammam o baño turco) consistía en un ritual compuesto por baño de vapor que
incluía limpiar el cuerpo y relajarse. Además servían como punto de reunión.
Los baños turcos fueron una continuación de los baños romanos y se extendieron
por todo el mundo islámico.
Sin
embargo, la cultura japonesa sin conocer el baño romano también tenía su propia
cultura en el baño. El baño japonés recibía el nombre de Onsen, consistía en
aguas termales de origen volcánico a 40º aproximadamente. Servia para purificar
el cuerpo y el espíritu además de su higiene.
Centrándonos
en las termas romanas eran edificios de grandes dimensiones con una
distribución simétrica de los espacios duplicados al eje central.
Las distintas salas que lo componían eran:
-
La palestra: espacio al aire libre en
que se practicaban los ejercicios físicos y gimnásticos, solían tener una
piscina o natatio.
-
Los
vestuarios (apodyterium)
-
Laconicum: baño de vapor para
activar la transpiración.
-
Caldarium: estancia circular donde
tomaban baños de agua caliente.
-
Tepidarium: baño de agua templada.
-
Frigidarium: baño de agua fría.
También
había salas de reunión, tiendas y bibliotecas a las que acudían después del
baño.
Estas
instalaciones tenían un aforo de unos 2.000 usuarios.
Había
departamentos separados para hombres y mujeres, y si no los había abrían por
las mañanas para las mujeres y al atardecer para los hombres.
La
gente solía ir para socializarse, charlaban de política, chismes, rumores…
El
uso de las termas se generalizo en el mundo romano a partir del siglo I a.C.
cuando se descubrió un sistema para calentar y distribuir el agua gracias al
ingeniero Cayo Sergio Orata. El sistema de hypocaustum era un sistema basado en
la distribución mediante tubos y túneles de agua que se extendía por debajo de los suelos, el
agua se calentaba mediante un horno de leña que se situaban en los sótanos.
Para abastecerse de agua utilizaban acueductos, tuberías, etc.
Una
de las termas más importantes y espectaculares del imperio romano fueron las Termas de Caracalla o termas Antoninas
por su tamaño y lujosa decoración.
Estas
termas fueron iniciadas por el emperador Séptimo Severo en el 206 d.C y
completado por el emperador Caracalla entre 212 y 216 d.C.
El
complejo tiene unas dimensiones aproximadamente de 228 m de largo, 116m de ancho
y 38m de alto.
En
cuanto a los aspectos decorativos contaban con grandes fragmentos de mosaicos,
lujosas bañeras de mármol y que algunas se trasladaron al centro de Roma para
servir de fuentes.
Sus
esculturas mas famosas es el “Toro Farnesio y el Hércules de Farnesio” se conservan
en el museo arqueológico de Nápoles.
Se
construyo en 5 años y fue destruido por un terremoto en el 847, aunque ya no se
usaba porque los canales de agua fueron destruidos por los bárbaros para
conquistar la ciudad.
Para
suministrar las termas, el agua era traída de los manantiales de Subiaco, a
100km de Roma, a través del acueducto Aqua Marcia. El complejo contaba con
sistemas donde podía llegar a contener 80.000 m3 de agua.
Las
termas romanas fueron una parte clave de su cultura y modo de vida. Se puede
observan en los refranes de la época “no
sabe leer ni nadar” (para referirse a un ignorante) y “mens sana in corpore sano”, ya que en las termas cultivaban tanto
la mente como el cuerpo.
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